Ni mitos ni leyendas: 21 datos fascinantes de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que NO sabías
Faro de Alejandría.
Alejandro Magno fundó Alejandría tras conquistar Egipto en el año 332 a.C., bautizándola con su nombre. A su muerte, tanto la ciudad como el país pasaron a manos de Ptolomeo, uno de sus principales generales. Fue el primero de los quince Ptolomeos que se sentaron en el trono egipcio, y rápidamente se dispuso a construir una capital digna de tan poderosa dinastía. Creó la Biblioteca de Alejandría, supuestamente destinada a albergar la suma de todos los conocimientos. Hizo construir una magnífica tumba para el cuerpo de Alejandro, que escondió de su lugar de descanso en Persia en las narices de sus compañeros generales. Y encargó la construcción del imponente Faro de Alejandría, que se alza en la isla de Pharos, frente a la ciudad.

Jardines Colgantes de Babilonia
Los Jardines Colgantes de Babilonia son difíciles de explicar. Los historiadores antiguos describen una serie de terrazas abovedadas casi ocultas por una suntuosa vegetación, alimentadas directamente con agua del río Éufrates mediante un complejo sistema de bombas y canales. A menudo atribuyen los jardines al malvado babilónico Nabucodonosor II, famoso en las escrituras judías y cristianas por destruir el Templo de Jerusalén y esclavizar a la población judía de la ciudad. Pero los historiadores modernos no están convencidos de que los jardines estuvieran colgados, dudan de que estuvieran situados en Babilonia e incluso ponen en duda que existieran.

