Ángel Fernández Ceballos: el legado vivo del Gran Café de la Parroquia

Escrito por Destacados Líderes, México, Staff – 13 de junio de 2025

En exclusiva,  Ángel Fernández Ceballos, impulsor del renacimiento del Gran Café de la Parroquia, nos cuenta como ha sido preservar y revitalizar el legado de esta emblemática leyenda veracruzana que huele a historia, tradición familiar y café mexicano recién hecho.



Ángel Fernández Ceballos: el legado vivo del Gran Café de la Parroquia


Ángel Fernández Ceballos, conocido afectuosamente como "el Capitán", no solo es heredero de una tradición centenaria, sino uno de sus mayores guardianes y renovadores. Desde niño, creció entre los aromas y secretos del Gran Café de la Parroquia, un emblema veracruzano con historia desde 1808. Su padre, Don Fernando Fernández Lavid, fue quien consolidó e innovó esta marca icónica que representa el alma y sabor de Veracruz.

A finales de los años 60, Ángel ya aprendía de su padre en la cocina cómo preparar los platos más emblemáticos del café: el famoso "plato volador", las inigualables champolas, y el tradicional "huevo tirado". Estos platillos, hoy marcas registradas, forman parte no solo del menú, sino de la memoria colectiva de generaciones de mexicanos. Desde entonces, Ángel comprendió que el Gran Café de la Parroquia no era solo un negocio, sino un símbolo de identidad cultural.

Aunque su pasión por las máquinas lo llevó a estudiar aviación en Estados Unidos, siempre supo que su vuelo más alto sería el que lo llevaría de regreso a sus raíces.

"El avión más grande que he volado en mi vida es el Gran Café de la Parroquia", declara con orgullo.


Innovar sin traicionar la tradición

Su gusto por la tecnología y la historia lo motivó a continuar el legado familiar con visión de futuro. Bajo su liderazgo, el Gran Café de la Parroquia ha vivido una nueva etapa de expansión y revitalización, sin perder su esencia.

En 2008, inauguró la Sucursal de los 200 años, con motivo del bicentenario de la marca, combinando modernidad con elementos clásicos. En 2019, abrió la Sucursal de los 500 años, reafirmando su compromiso con la cultura y la historia de Veracruz. Y en 2024, alcanzó uno de sus hitos más importantes: la inauguración de Fábrica 623, llamada así por el número original del café en su antigua ubicación en la calle Independencia del centro histórico.

Esta planta es mucho más que una sucursal: es una fábrica viva de café, donde diariamente se tuestan, muelen y envasan granos mexicanos con tecnología de punta. Desde el área de cafetería, los clientes pueden observar los procesos productivos, envueltos en el aroma del café más fresco de México, en una experiencia sensorial sin igual.

En cada espacio, Ángel ha cuidado hasta el más mínimo detalle: pisos venecianos originales, ventiladores clásicos, mobiliario de época y, por supuesto, las famosas cafeteras verticales, sello inconfundible de la Parroquia. Este respeto por la autenticidad ha logrado mantener viva la magia del lugar que ha sido testigo del paso de Benito Juárez, Porfirio Díaz, Adolfo Ruiz Cortines, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Agustín Lara, entre muchos otros personajes ilustres.



Más que una empresa, un movimiento social

Para Ángel Fernández, el éxito del Gran Café de la Parroquia no se mide solo en cifras, sino en comunidad. La verdadera fuerza de esta empresa radica en los valores heredados de su padre, especialmente la entrega, la constancia y el amor por servir. Hoy, el café es punto de encuentro de familias veracruzanas, empresarios, políticos, artistas y turistas, que comparten en sus mesas no solo un café, sino parte de la historia de México.

El legado del Capitán no se limita al pasado; se proyecta al futuro. Su compromiso con preservar las tradiciones, a la vez que impulsa la innovación, es un ejemplo inspirador para nuevas generaciones de emprendedores.



Ángel Fernández ha demostrado que es posible honrar las raíces mientras se construyen alas. El Gran Café de la Parroquia no solo sigue vivo: hoy se expande con fuerza, llevando en cada taza el sabor de la historia, la calidez de la familia y el orgullo de ser mexicano.