Colombia ajusta los precios de combustibles: impacto económico y frase polémica de Petro
Escrito por Destacados Líderes, México, Staff – 2 de septiembre de 2025
El gobierno de Colombia continúa avanzando en su plan de ajustes tributarios a los combustibles, lo que ha provocado un alza sostenida en los precios de la gasolina y el diésel a lo largo del país. La medida, impulsada como parte de una estrategia para reducir el déficit fiscal y fomentar la transición energética, ha generado un fuerte debate en diversos sectores sociales y económicos.

Durante una reciente declaración pública, el presidente Gustavo Petro defendió la política de aumento al señalar que "los pobres no tienen carro", frase que rápidamente se volvió tendencia y provocó múltiples reacciones, tanto a favor como en contra, en redes sociales y medios de comunicación.
⛽ ¿Qué cambia con los nuevos impuestos?
El gobierno ha implementado un incremento progresivo en el precio de la gasolina y el diésel, con la intención de eliminar gradualmente el subsidio a los combustibles que durante años ha sido financiado por el Estado. La idea, según las autoridades, es destinar esos recursos a proyectos sociales, educativos y de salud, así como a inversiones en energías limpias.
A partir de este mes, el precio del galón de gasolina ha superado los 15 mil pesos colombianos (alrededor de 4 USD) en algunas zonas del país, mientras que el diésel, que aún mantiene ciertos subsidios, también registra incrementos parciales.
💬 La frase que encendió el debate
La frase del presidente Petro —"los pobres no tienen carro"— surgió como justificación a la medida, con el argumento de que los más afectados por el alza en combustibles no serían los sectores más vulnerables, sino las clases medias y altas. No obstante, expertos y ciudadanos han señalado que este enfoque omite el impacto indirecto que los aumentos de combustible tienen en el transporte público, el precio de los alimentos, la distribución de mercancías y el costo de vida en general.
El sector transporte, por ejemplo, ha advertido sobre el efecto en cadena que estos aumentos tendrán en la economía popular, ya que muchos productos y servicios dependen de vehículos que funcionan con diésel. Además, asociaciones campesinas han expresado preocupación por el costo adicional que implicará trasladar sus productos a las ciudades.
📉 ¿Medida necesaria o error de comunicación?
Para el gobierno, el ajuste es una medida fiscalmente responsable, que busca corregir distorsiones heredadas y alinear a Colombia con políticas ambientales más sostenibles. Sin embargo, la falta de pedagogía y sensibilidad social en la manera de comunicarlo ha generado molestias en diversos sectores.
Analistas señalan que, si bien eliminar subsidios puede ser una medida técnicamente válida, es fundamental acompañarla de estrategias de compensación social, comunicación efectiva y alternativas de movilidad real para los sectores más afectados.
🚍 Impacto en el bolsillo y la movilidad
A medida que los precios del combustible suben, también lo hacen los costos de operación para taxis, buses, transporte de carga y distribución rural. Esto puede impactar el precio final de productos básicos y servicios esenciales, afectando a todos los estratos, incluidos aquellos que, aunque no tengan carro, sí dependen del transporte para trabajar o consumir.
La reforma fiscal en Colombia entra así en una etapa crítica, donde la sostenibilidad económica y ambiental deberá equilibrarse con el impacto social y político de decisiones que tocan el bolsillo de millones. Y mientras tanto, la frase de Petro seguirá resonando como símbolo del desafío de gobernar con empatía en tiempos de cambio.