El Oso, la histórica empresa mexicana enfrenta su mayor crisis

La empresa El Oso, especializada en productos para el cuidado del calzado, ha suspendido su producción debido a un conflicto legal relacionado con el predio donde operaba su planta principal. La disputa, que involucra a familiares de los propietarios de la empresa y a las dueñas del inmueble, ha escalado a un asunto judicial con acusaciones de desalojo ilegal, robo y secuestro.
El origen del conflicto está en el contrato de arrendamiento del terreno en Benito Juárez. Las propietarias del inmueble, quienes son hermanas y familiares de los accionistas de El Oso, iniciaron un proceso legal para recuperar la posesión del lugar. Según Mario Alberto Cardona, abogado de la empresa, el desalojo se llevó a cabo con "actos de rapiña, robo y privaciones de la libertad".
Este litigio ha obligado a la empresa a detener sus operaciones, afectando a más de 150 empleados, incluidos muchos adultos mayores y personas con discapacidad.
Irregularidades denunciadas
El desalojo se ejecutó con la participación de unos 150 cargadores, 12 agentes de la Secretaría de Seguridad Pública y un actuario, según testigos. La empresa asegura que hubo saqueo de maquinaria, documentos y dinero, con pérdidas estimadas en más de 20 millones de pesos.
Cardona denunció que la seguridad fue insuficiente para una diligencia de este tipo, ya que había más de 150 empleados en el lugar y solo 12 policías para controlar la situación, lo que generó un clima de total inseguridad. También destacó la falta de información previa sobre la diligencia, señalando que no hubo una identificación clara de las autoridades presentes.
Además de las pérdidas materiales, la empresa subraya que la interrupción de sus operaciones ha tenido un gran impacto económico, con pérdidas diarias de unos seis millones de pesos debido a la falta de producción y la necesidad de seguir pagando sueldos.
El futuro de la empresa
El Oso ha informado que reanudará sus actividades el 10 de febrero en una segunda planta ubicada en el área metropolitana, donde ha tenido presencia por más de 40 años. No obstante, la empresa insiste en que busca una compensación por los daños y la devolución de los bienes aún presentes en el inmueble desalojado.
"No estamos pidiendo regresar al predio, sino que se reparen los daños y se devuelvan los bienes robados", aseguró Cardona.
