FDA advierte: Calentar agua o leche en microondas podría causar quemaduras graves

Calentar agua o leche en el microondas es una acción cotidiana que millones realizan sin pensar, confiando en su rapidez y comodidad. Sin embargo, este hábito podría representar un serio riesgo para la salud, según advierte la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
El organismo ha alertado sobre un fenómeno conocido como sobrecalentamiento, que puede ocurrir cuando líquidos como el agua o la leche se calientan más allá de su punto de ebullición sin llegar a formar burbujas visibles. Esto genera una situación peligrosa en la que, al mover la taza o añadir un ingrediente, el líquido puede "explotar" repentinamente, provocando quemaduras graves en la piel, la cara o las manos.

¿Por qué sucede esto?
La química Deborah García explica que el microondas calienta de manera desigual, alineando las moléculas en una sola dirección. Si se utiliza un recipiente demasiado liso, sin imperfecciones internas, no hay sitios donde se formen burbujas. Esto mantiene el líquido en un estado inestable, listo para liberar su energía térmica de forma violenta al menor estímulo.

Desde la Facultad de Física de la Universidad de Sídney también advierten que este tipo de accidentes pueden liberar vapor hirviente de forma súbita, incluso si no hay signos visibles de ebullición. Los casos documentados por la FDA incluyen quemaduras de segundo grado, por lo que el riesgo, aunque poco común, es real y prevenible.
¿Cómo evitar accidentes?
Para reducir el riesgo, la FDA recomienda:
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Añadir una cucharadita de café, azúcar o un utensilio de madera antes de calentar el líquido.
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No exceder el tiempo recomendado en el microondas.
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Usar siempre recipientes aptos para microondas (vidrio, cerámica, plástico diseñado para este uso).
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Evitar operar el microondas vacío o con daños visibles.
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No permitir que los niños estén cerca del microondas en funcionamiento.

La opción más segura sigue siendo la tradicional: calentar el agua en una olla sobre la estufa, donde se puede observar claramente cuándo empieza a hervir.
Porque incluso lo más cotidiano —como preparar tu café— puede convertirse en un riesgo si no tomas las precauciones adecuadas. La próxima vez que uses el microondas, recuerda: un simple descuido podría terminar en una visita al hospital.