Incendios en Los Angeles. Aqui te contamos que paso

Los Ángeles sigue siendo víctima de una devastación sin precedentes debido a los incendios forestales que han arrasado la ciudad californiana durante los últimos cinco días. A pesar de los esfuerzos de los bomberos, las llamas han destruido comunidades enteras, dejando a miles de personas sin hogar.

Hasta el momento, se reportan al menos 16 muertos y 16 desaparecidos. Las autoridades han garantizado que los bomberos están preparados para enfrentar cualquier nuevo brote, mientras que la ciudad se enfrenta a nuevas y peligrosas ráfagas de viento este domingo.

Los expertos apuntan al fenómeno del "latigazo hidroclimático" como una de las principales causas de la expansión de estos incendios. Este fenómeno, que implica cambios repentinos entre condiciones extremadamente húmedas y secas, ha sido identificado como un factor que contribuye a los incendios y las sequías extremas que afectan al planeta.

Un estudio reciente publicado en Nature Reviews Earth & Environment, realizado por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), reveló que el "latigazo hidroclimático" está ocurriendo con mayor frecuencia y severidad debido al calentamiento global. Los datos climáticos muestran que la volatilidad hidroclimática ha aumentado un 31% y un 66% desde mediados del siglo XX.

Este fenómeno se caracteriza por transiciones bruscas entre climas secos y húmedos, lo que puede causar inundaciones, incendios forestales, deslizamientos de tierra y brotes de enfermedades. Los expertos advierten que sus consecuencias pueden ser devastadoras para la gestión del agua y la seguridad alimentaria, y hacen un llamado a implementar medidas para mitigar sus efectos.

Desde principios de la semana, una serie de incendios forestales ha arrasado Los Ángeles, obligando a la evacuación de más de 100,000 personas y causando al menos cinco muertes. Los incendios siguen fuera de control debido a una combinación de factores climáticos y geográficos. Los fuertes vientos de Santa Ana, que pueden alcanzar hasta 100 km/h, no solo propagan las llamas, sino que también dificultan las labores de los bomberos. Además, los cambios extremos de temperatura y humedad, junto con las sequías prolongadas, han creado un entorno propenso a los incendios, lo que ha exacerbado la situación.