¿Cuál es la historia de la Salsa Valentina?

02.01.2024

Uno de los complementos favoritos de los mexicanos a la hora de comer o 'botanear' son las salsas -mientras más pique, mejor-. 

Las hay en diferentes presentaciones y de distintos tipos de chiles, aunque una de las favoritas de muchos es la salsa Valentina. Hay en dos presentaciones: etiqueta amarilla y etiqueta negra; esta última nos advierte que su nivel de picante es más intenso que la otra, y por lo regular se utiliza para acompañar comida rápida, como pizzas, hamburguesas o hot dogs, o para sazonar botanas como papas fritas o frituras.

La gran mayoría de las y los mexicanos la conocen y la han probado por lo menos una vez en su vida, pero ¿sabes de dónde viene este complemento para las tardes de botana con familia o amigos o cómo surgió su nombre?

¿Cuál es la historia de la salsa Valentina?

La salsa Valentina es una de las marcas de Grupo Tamazula, una empresa nacida precisamente en la ciudad de Tamazula, en el estado de Jalisco, durante la década de los sesenta, de acuerdo con su página oficial.

Manuel Maciel Méndez fue el fundador de la salsa Tamazula, que inicialmente nació como competencia de un hombre llamado Gilberto Reyna que vendía una salsa llamada 'El torito' que comenzaba a hacerse popular en el municipio de Tamazula.

Por su parte, Maciel Mendez utilizó una receta familiar con dos grados de 'picante', que identificaba con una etiqueta amarilla y negra, como se le conoce actualmente. Ambas se llamaban 'Tamazula', como su municipio de nacimiento.

La aceptación fue tal que después de la Tamazula nacieron otras marcas, como 'la Valentina' y Costa Brava. Actualmente, ya existe una variedad especial para utilizar con mariscos, así como salsa en polvo.

¿De dónde viene el nombre de la salsa Valentina?

Como se mencionó al inicio, el nombre original de la salsa era Tamazula, pero después cambió a Valentina gracias a que don Manuel se inspiró en una personalidad de la Revolución Mexicana, llamada Valentina Ramírez Avitia, una soldada que se unió a las tropas maderistas con tan solo 17 años.

Para poder entrar, Valentina se hizo pasar por hombre ya que no aceptaban mujeres en las tropas; utilizó el nombre de Juan Ramírez y se mantuvo durante un tiempo enfilada, llegando incluso a tener el grado de tenienta. Sin embargo, su plan sería truncado gracias a que uno de sus compañeros descubrió sus trenzas bajo el sombrero, la puso en evidencia y fue dada de baja de las filas de la Revolución.

De acuerdo con la familia Maciel, eligieron a Valentina por ser una mujer 'tan brava como su salsa'.