Un mes después de su espectacular paso por el Festival de San Sebastián, Penélope Cruz ha reaparecido en la alfombra roja, esta vez en Nueva York. Ha asistido a una gala organizada en el emblemático Museo de Arte Moderno por el periódico estadounidense enfocado en economía y negocios The Wall Street Journal, enfundada en un impresionante vestido de fiesta metalizado. En esta ocasión, ha coincidido con una gran amiga: Salma Hayek. Ambas han acaparado todas las miradas gracias a sus estilismos, fieles a su esencia y anticipando dos tendencias elegantes y clásicas que vuelven cada Navidad.
Aunque Penélope ha mantenido su característica sofisticación y sensualidad, potenciando sus curvas, ha dejado a un lado sus habituales diseños de escote palabra de honor y faldas voluminosas en favor de un modelo más entallado y atrevido. A pesar de que suele optar por modelos de Chanel, en esta ocasión ha elegido una pieza de Dolce&Gabbana.
Este ceñido vestido, confeccionado en un tejido de malla plateado y brillante, cuenta con tirante ancho, escote profundo con efecto caída, silueta "segunda piel" y una falda hasta los pies con una gran abertura que ha permitido que presuma de sus tonificadas piernas. Ha completado el look con sandalias a tono y un bolsito de mano decorado con pequeñas piedrecitas brillantes. En cuanto al look de belleza, ha dejado su melena suelta, peinada con raya al lado, volumen en la raíz y ondas texturizadas, y ha apostado por un maquillaje que resalta su bronceado y potencia su mirada con sombra glitter.
Por su parte, Salma ha elegido el color rojo, una tonalidad recurrente en las fiestas navideñas. Ha lucido un vestido de líneas depuradas que potenciaba su impresionante figura, con escote palabra de honor, cuerpo estilo corsé y una falda que incorpora un detalle voluminoso en la cadera. Al igual que Penélope, ha llevado su melena oscura suelta, aunque con ondas naturales y raya al medio. Ha rematado su look con un bolsito de mano negro y una chaqueta corta de pelito en el mismo tono para protegerse del frío, además de impresionantes joyas, destacando un anillo de diamantes XL y pendientes colgantes a juego.