¿Qué tan seguros son los tacos de tripa? Esto dicen los expertos sobre su impacto en la salud

📌 SALUD Y ESTILO DE VIDA | GASTRONOMÍA MEXICANA
Crujientes, intensos y rebosantes de sabor, los tacos de tripa son una delicia callejera que ocupa un lugar especial en la gastronomía mexicana. Pero detrás de su inconfundible sabor, los especialistas advierten sobre riesgos a la salud si su consumo se vuelve excesivo.
🍴 ¿Qué contienen realmente los tacos de tripa?
La tripa, o intestino de res, suele prepararse frita en aceite o a la plancha y servirse en tortillas, muchas veces también fritas. Esta combinación los convierte en una bomba calórica: tan solo 140 gramos de tripa aportan cerca de 178 mg de colesterol, lo que representa casi el 60% del límite diario recomendado. Si se añaden salsas, doble tortilla y bebidas azucaradas, el impacto nutricional se eleva aún más.

⚠️ ¿Pueden causar diabetes?
Aunque los tacos de tripa no causan directamente la diabetes tipo 2, su consumo habitual dentro de una dieta alta en grasas y baja en actividad física puede contribuir a desarrollarla. Un estudio publicado en la revista Elsevier reveló que las personas que consumen alimentos fritos más de siete veces por semana tienen un 55% más de riesgo de padecer esta enfermedad.

🚨 Otros riesgos para la salud
Consumir tacos de tripa con frecuencia también puede conllevar otros problemas, como:
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Colesterol elevado, que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
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Obesidad, especialmente si se acompañan de refrescos o porciones grandes.
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Problemas digestivos, si la preparación o conservación del alimento no es higiénica.

✅ ¿Se pueden comer sin dañar la salud?
Sí, pero con moderación. Los nutricionistas recomiendan:
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Comerlos ocasionalmente, no más de una vez por semana.
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Asegurar una preparación higiénica y en lugares confiables.
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Optar por tortillas no fritas y evitar el uso de doble tortilla.
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Acompañarlos con agua natural o vegetales frescos.

🍽️ Conclusión
Los tacos de tripa no son un enemigo de la salud, pero sí deben consumirse con responsabilidad. Disfrutarlos como un gusto esporádico, dentro de una dieta balanceada, permite seguir celebrando la tradición culinaria mexicana sin comprometer el bienestar físico.
Como en todo, la clave está en el equilibrio: saborear con conciencia es cuidar tu salud sin renunciar al antojo.