En un giro inesperado que podría redefinir las relaciones comerciales norteamericanas, Canadá ha anunciado la imposición de aranceles por un valor de 29,800 millones de dólares canadienses (aproximadamente 20,700 millones de dólares estadounidenses) sobre productos provenientes de Estados Unidos. Esta medida responde a los recientes gravámenes del 25% que la administración del presidente Donald Trump aplicó a las importaciones de acero y aluminio canadienses.
El ministro de Finanzas canadiense, Dominic LeBlanc, detalló que las represalias afectarán a productos siderúrgicos por un valor de 12,600 millones de dólares canadienses y a productos de aluminio por 3,000 millones. Además, se impondrán aranceles a otros bienes estadounidenses importados por un total de 14,200 millones, incluyendo computadoras, material deportivo y productos de hierro fundido.
Esta escalada en la guerra comercial entre ambos países se produce en un momento de transición política en Canadá, ya que el primer ministro Justin Trudeau se prepara para ceder el poder a su sucesor, Mark Carney, quien recientemente ganó la contienda por el liderazgo del Partido Liberal.
La Unión Europea también ha reaccionado a las políticas arancelarias de Estados Unidos, anunciando medidas de represalia que incluyen aranceles sobre productos industriales y agrícolas estadounidenses. Estos movimientos coordinados reflejan una creciente tensión en el comercio internacional y podrían tener repercusiones significativas en la economía global.
Mientras tanto, México ha optado por una estrategia diferente, evitando imponer aranceles recíprocos a Estados Unidos y buscando negociar un nuevo acuerdo que beneficie a ambas naciones. La presidenta Claudia Sheinbaum ha decidido privilegiar el diálogo para evitar medidas que puedan afectar sectores estratégicos, como el automotriz.
Este complejo escenario plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones comerciales internacionales y la estabilidad económica en la región. Los próximos pasos de Estados Unidos y sus socios comerciales serán cruciales para determinar si esta disputa se intensifica o si se alcanzan acuerdos que permitan una resolución favorable para todas las partes involucradas.