El país donde trabajar hasta los 70 no es una opción, sino una norma

Escrito por Destacados Líderes, México, Staff – 28 de julio de 2025

Mientras algunos sueñan con el retiro a los 60, otros deben esperar mucho más. Descubre qué nación tiene la edad de jubilación más alta del mundo.



La jubilación es, para muchos, el anhelado momento de descanso tras décadas de esfuerzo laboral. Sin embargo, no en todos los países se alcanza al mismo tiempo. Mientras en algunos se permite el retiro a los 60 años o incluso antes, otras naciones han fijado edades considerablemente más altas, como parte de sus políticas laborales y de sostenibilidad del sistema de pensiones.

Actualmente, el país con la edad de jubilación más avanzada del mundo es Noruega, donde los trabajadores pueden retirarse hasta los 75 años, dependiendo de su situación personal y los años cotizados. Este modelo ofrece cierta flexibilidad, pero al mismo tiempo refleja una tendencia global: el aumento paulatino de la edad de retiro, impulsado por la longevidad creciente y los retos financieros que enfrentan los sistemas de pensiones.

Otros países como Italia, Grecia, Islandia y Japón también figuran entre los que exigen una edad elevada para acceder a la jubilación completa. En varios de estos casos, se ha elevado la edad mínima legal debido a reformas estructurales que buscan reducir el gasto público y garantizar la viabilidad de los fondos de pensiones a largo plazo.

Por el contrario, en América Latina las edades de retiro tienden a ser más bajas, aunque con diferencias significativas entre hombres y mujeres. Por ejemplo, en México, la edad legal para pensionarse ronda los 65 años, aunque muchas personas enfrentan dificultades para lograr una pensión completa debido a la informalidad laboral y a la baja densidad de cotización.

Este panorama plantea un debate global sobre el equilibrio entre la calidad de vida en la vejez y la sostenibilidad económica. Mientras algunos argumentan que extender la vida laboral es necesario ante el envejecimiento poblacional, otros abogan por modelos más humanos que permitan a los trabajadores disfrutar de una vejez digna y activa sin llegar al agotamiento.

Lo cierto es que, más allá de la edad, el acceso a una jubilación justa y sostenible sigue siendo un desafío compartido por muchos países, que deberán adaptarse a los cambios demográficos y económicos del siglo XXI.