Trump y la Guardia Nacional: "Deberían agradecerme"
Escrito por Destacados Líderes, México, Staff – 9 de junio de 2025

En medio de crecientes tensiones por las protestas en Los Ángeles contra las redadas migratorias federales, el expresidente Donald Trump defendió con vehemencia su decisión de desplegar 2 000 efectivos de la Guardia Nacional. Publicó en su plataforma que fue "una gran decisión" y aseguró que, de no haber actuado, "Los Ángeles habría sido completamente arrasada"
Trump fue aún más allá al criticar al gobernador de California, Gavin Newsom, y a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass. Les exigió expresamente: "Deberían decir 'gracias, presidente Trump, usted es maravilloso'… no seríamos nada sin usted". Los calificó de "incompetentes" y acusó sin tapujos a manifestantes: "En lugar de causar disturbios, deberían agradecer todos los días a los agentes del ICE que hacen más seguras nuestras comunidades".
Un despliegue con efectos inmediatos
La presencia de 2 000 soldados federales tuvo un efecto disuasorio contra algunos disturbios, aunque dejaron tensiones palpables. Manifestantes bloquearon arterias, incendiaros automóviles autónomos y enfrentamientos escalaron con gases lanzados por las fuerzas de seguridad.
Desde su cuenta de Truth Social, Trump sostuvo que el propósito fue "restablecer el orden" y "liberar Los Ángeles de la invasión" migratoria. También advirtió que no vacilaría en desplegar tropas activas si los disturbios persistían.
Choque con autoridades locales
El gobernador Gavin Newsom respondió anunciando una demanda: calificó el despliegue como "ilegal e inmoral", y acusó a Trump de violar la soberanía estatal. Afirmó que la autoridad para movilizar la Guardia Nacional recae en el gobernador, no en la Casa Blanca.
El alcalde de Los Ángeles, respaldado por liderazgos regionales demócratas, también condenó la decisión. Rechazan la militarización y defienden que las fuerzas locales están capacitadas para manejar los disturbios sin intervención federal
¿Qué sigue?
Con un clima de confrontación en aumento, la disputa entre el gobierno federal y California podría escalar legalmente. Mientras tanto, Trump no cede ni en su discurso ni en la estrategia de ley y orden, presionando ante un contexto electoral donde militarizar el control migratorio se ha vuelto un eje central de su narrativa.