Xalapa cuenta con la fábrica de chocolate más antigua de México; así es La Locomotora

La fábrica de chocolate más antigua de México, La Locomotora, encuentra su hogar en Xalapa, donde la cuarta generación de sus fundadores busca compartir este legado de sabor y tradición con más personas.

Ubicada en la histórica casona de Poeta Jesús Díaz número 21, La Locomotora mantiene los métodos artesanales para la elaboración de chocolates dulces, semiamargos y amargos, utilizando una receta secreta sin conservantes ni saborizantes artificiales, según afirma Julio César Sosa Lazo, orgulloso portavoz de la empresa.

Un legado de siglos

La historia de La Locomotora se remonta a 1860, cuando José de la Flor estableció la chocolatera utilizando molinos rústicos impulsados por tracción animal. Posteriormente, Manuel Lazo continuó el legado familiar, adaptándose a los cambios, como la transición de la tracción animal a la energía eléctrica y la reubicación de la fábrica en 1940 por uno de los hijos de Manuel, Francisco Díaz Covarrubias, a la salida de la ciudad para evitar problemas con los vecinos debido al constante movimiento del ferrocarril y el ruido de la descarga de los insumos. Esta reubicación dio origen al nombre de la fábrica, en alusión al ruido de las locomotoras.

En sus 164 años de existencia, la familia ha mantenido el compromiso de preservar la tradición chocolatera, adaptándose a los nuevos tiempos sin perder la esencia de sus recetas originales.

El sabor de la historia

El bisnieto de Manuel Lazo, Julio César Sosa, destaca que, aunque los fundadores eran de origen español, La Locomotora ha sabido fusionar su herencia con el chocolate tradicional mexicano, manteniendo su diferenciación con productos como la "Producción Esmeralda". Desde 1860, han conservado recetas adecuadas a los insumos actuales y regulaciones fitosanitarias, ofreciendo una amplia variedad de chocolates dulces, semiamargos, amargos y una línea con base de leche.

La fábrica, un viaje en el tiempo

Visitar La Locomotora es sumergirse en una experiencia que evoca tiempos pasados, con una decoración que resalta la importancia de las flores naturales y una colección de reconocimientos internacionales que atestiguan su excelencia en la industria chocolatera.

Con el objetivo de preservar su legado y fomentar la unión familiar, La Locomotora continúa ofreciendo productos artesanales elaborados y empacados a mano, adaptándose a los nuevos tiempos sin comprometer su calidad ni su identidad.